¿Por qué viajamos?
9:46 | Author: Cynthia TORRES
Conocer otras culturas, la belleza de otros paisajes, idiomas, gente. Movernos de un lado al otro del planeta con tanta rapidez como sea posible. Es tan común para nosotros vivir las emociones del viajar que hemos perdido referencia sobre el origen de esta agradable práctica.
Tomar un avión, un tren o un ómnibus, por ocio o por trabajo, solos, en familia, o en grupos turísticos, es habitual para nosotros. Tan habitual como el viaje cibernético, que en un abrir y cerrar de nuestra computadora, abarcamos el globo. Y todo sucede en instantes.
Alguna vez en la historia las cosas no fueron tan sencillas. En aquellos años era récord recibir en la capital italiana 2.000 turistas. En la segunda mitad del siglo XVIII, sólo las familias británicas muy adineradas enviaban a los jóvenes en viajes culturales por el resto de Europa; y esto con no pocas dificultades. Y a comienzos del siglo XIX, al construirse carreteras, se facilitó la entrada y salida de turistas a distintos puntos.
Los choques culturales no tardaron en aparecer y unos a otros se observaban con sentido de crítica. Y esto era producto, simplemente, de los diferentes usos y costumbres. Otro gran cambio fue propuesto con la aparición del ferrocarril. En ese entonces no sólo la aristocracia, sino también las otras clases sociales comenzaron a disfrutar del placer de viajar. Se iniciaron los primeros viajes grupales abaratándose así los costos.
Hoy, no sólo viajamos sino que hemos aprendido a asimilar la presencia de las diferentes culturas. Internet, nuestro gran aliado en este aspecto, nos ha ayudado a respetar un poco más al otro que es diferente a mí. ¿Seremos capaces ahora de crecer aún más en pos de la sana convivencia mundial? Creo que cada uno de nosotros puede poner su granito de arena.
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